La noticia lleva apareciendo en los periódicos los últimos días; las nuevas autopistas de peaje, están en una situación financiera cercana a la quiebra y una de ellas presentó suspensión de pagos recientemente, mientras se habla de unas necesidades de financiación en torno a los 3.800 millones de Euros.
Las concesionarias han recibido créditos participativos (créditos blandos a bajo interés y largo plazo) con contraprestaciones para ellas como una extensión del plazo de la concesión o un aumento de los peajes para intentar que estas autopistas sigan funcionando y no entren en concurso de acreedores o suspensión de pagos.
Expuesto de esta forma, la situación puede parecer un poco extraña porque tendemos a pensar algo similar a lo siguiente: aunque la empresa concesionaria entre en suspensión de pagos, como la autopista ya está construida, se puede seguir utilizando, por lo que, a primera vista, no parece muy lógico que el estado intente por todos los medios que no quiebren. De acuerdo, no es tan fácil como podría parecer.
¿De qué autopistas estamos hablando?
Las autopistas en serias dificultades son las llamadas "R-" en Madrid, la autopista Cartagena - Vera, la autopista Ocaña - La Roda (Albacete) y la A-41 (Madrid - Toledo) que presentó recientemente suspensión de pagos.
¿Qué problemas tienen estas autopistas?
Son dos problemas fundamentalmente; una muy baja demanda frente a los cálculos iniciales y los costes por expropiación se han disparado de forma brutal, muy por encima de lo previsto.
¿Se hicieron mal los cálculos de usuarios?
En la mayoría de los casos, hay una diferencia superior al 50% entre las previsiones y la realidad del tráfico, alcanzando el máximo en la Autopista Madrid - Toledo que llega a una diferencia del 80% para los datos de 2008.
¿Qué ocurrió con las expropiaciones?
Ese es un caso aparte, las expropiaciones se calcularon correctamente en función de los diversos terrenos que se utilizaron pero los propietarios recurrieron los importes pagados al Supremo que, en 2008, decidió que las autopistas radiales de Madrid "creaban ciudad" en la mayoría de sus tramos, por lo que los propietarios vieron fuertemente aumentadas las cantidades recibidas.
¿Puede el estado nacionalizarlas?
Poder, lo que se dice poder, teóricamente lo puede hacer sin problemas. Pero, y este es un pero muy grande, debería pagar a las concesionarias por esta nacionalización basado en diversos parámetros, lo que supondría un buen agujero en las arcas públicas en un momento no especialmente boyante.
¿Qué motivos tiene el Estado para que no quiebren?
El motivo más importante es que si las empresas entran en suspensión de pagos o concurso de acreedores, el Estado tiene una llamada Responsabilidad Patrimonial que podría obligarle, en el peor de los casos, a hacerse cargo no sólo del coste inicial sino también de las expropiaciones por lo que el problema de déficit público se agrava.
Es una situación muy compleja
Es muy difícil porque en la situación actual de crisis, nadie va a pagar por ir por una autopista de peaje cuando la alternativa es una autovía gratuita. La única solución pasaría por aumentar el plazo de concesión y aumentar el plazo de los préstamos concedidos a las concesionarias.
Expuesto de esta forma, la situación puede parecer un poco extraña porque tendemos a pensar algo similar a lo siguiente: aunque la empresa concesionaria entre en suspensión de pagos, como la autopista ya está construida, se puede seguir utilizando, por lo que, a primera vista, no parece muy lógico que el estado intente por todos los medios que no quiebren. De acuerdo, no es tan fácil como podría parecer.
¿De qué autopistas estamos hablando?
Las autopistas en serias dificultades son las llamadas "R-" en Madrid, la autopista Cartagena - Vera, la autopista Ocaña - La Roda (Albacete) y la A-41 (Madrid - Toledo) que presentó recientemente suspensión de pagos.
¿Qué problemas tienen estas autopistas?
Son dos problemas fundamentalmente; una muy baja demanda frente a los cálculos iniciales y los costes por expropiación se han disparado de forma brutal, muy por encima de lo previsto.
¿Se hicieron mal los cálculos de usuarios?
En la mayoría de los casos, hay una diferencia superior al 50% entre las previsiones y la realidad del tráfico, alcanzando el máximo en la Autopista Madrid - Toledo que llega a una diferencia del 80% para los datos de 2008.
¿Qué ocurrió con las expropiaciones?
Ese es un caso aparte, las expropiaciones se calcularon correctamente en función de los diversos terrenos que se utilizaron pero los propietarios recurrieron los importes pagados al Supremo que, en 2008, decidió que las autopistas radiales de Madrid "creaban ciudad" en la mayoría de sus tramos, por lo que los propietarios vieron fuertemente aumentadas las cantidades recibidas.
¿Puede el estado nacionalizarlas?
Poder, lo que se dice poder, teóricamente lo puede hacer sin problemas. Pero, y este es un pero muy grande, debería pagar a las concesionarias por esta nacionalización basado en diversos parámetros, lo que supondría un buen agujero en las arcas públicas en un momento no especialmente boyante.
¿Qué motivos tiene el Estado para que no quiebren?
El motivo más importante es que si las empresas entran en suspensión de pagos o concurso de acreedores, el Estado tiene una llamada Responsabilidad Patrimonial que podría obligarle, en el peor de los casos, a hacerse cargo no sólo del coste inicial sino también de las expropiaciones por lo que el problema de déficit público se agrava.
Es una situación muy compleja
Es muy difícil porque en la situación actual de crisis, nadie va a pagar por ir por una autopista de peaje cuando la alternativa es una autovía gratuita. La única solución pasaría por aumentar el plazo de concesión y aumentar el plazo de los préstamos concedidos a las concesionarias.